Cuando estudias y observas un cordón umbilical, lo primero que se te viene a la cabeza por lo menos a mí, es como de una estructura tan pequeña pero a la vez tan compleja subsiste nuestro tesoro más preciado, un bebé, además esta estructura cuando se procede a ser cortada tras los primeros minutos después del nacimiento, es una estructura que persite, no en la forma física, pero si en la emocional durante toda la vida, esa unión es duradera.
Esta estructura hace la función más importante que podamos pensar, y es mantener a nuestro bebé durante 9 meses realizando todas las funciones de transporte, respiración, alimentación, y no está sólo, lo hace con su compañera de batallas, llamada placenta.
Una experiencia mágica después del nacimiento, es sentir como, tras los primeros segundos del nacimiento ese cordón sigue latiendo, sigue pasando vida, sigue respirando, sigue ayudando a nuestro bebé en los primeros momentos a adaptarse a la nueva vida.
El cordón umbilical es de las primeras estructuras en formarse, contiene dos arterias y una vena, suficientes para realizar este intercambio de sustancias, no sólo de nutrientes, sino de las hormonas necesarias en este proceso.
El bebé dentro del útero tiene un movimiento continuo, no para de moverse, y el cordón puede enrollarse sobre si mismo o incluso formar nudos, hechos muy frecuentes durante la vida fetal, para eso el cordón está rodeado de una sustancia gelatinosa y resbaladiza que hará que esto no se produzca o por lo menos intentará, que estos enrollamientos no compriman, y el cordón pueda seguir realizando su función.
Pero tranquilos, los nudos que realmente pueden llegar a comprimir son muy infrecuentes en un porcentaje inferior al 1 %.
Tampoco ocurre nada si el bebé tiene una vuelta de cordón alrededor del cuello lo que llamamos en obstetricia circular de cordón, esto es muy frecuente en los partos y no hay por que preocuparse, ya que aunque comprima el cuello el bebé no respira través de la boca ni la nariz sino a través de este cordón , y por tanto no es una situación para alarmarse, puede serlo durante el proceso de parto al descender la cabeza y comprimirlo, pero esto se controlará con la Monitorización fetal donde controlaremos como se encuentra el bebé y su bienestar dentro del útero.
Debemos dejar de ver al cordón como una estructura vulnerable ya que está preparado para soportar todos los movimientos que el bebé realice dentro del útero durante 9 meses, y para eso tiene una longitud suficiente y una gelatina adecuada para prevenir todo esto.
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